YO RECUERDO AQUEL AYER es un intento de aproximación a estos detalles a través de aquellos objetos que cumplieron una función en casa, en el trabajo, en la sociedad en general.
Muchos de ellos pertenecen " a mi pequeña colección particular" de objetos que he procurado conservar a lo largo de los años en recuerdo de aquellas cosas que estuvieron en mi familia o en mi casa. Otras las exponemos de diferentes fuentes a las que hemos tenido acceso en nuestra "investigación".
- Documento abierto que iremos completando paso a paso, sin prisas, al mismo tiempo que le iremos dando forma y corrigiendo detalles e información.
- Lo compartiré también en el facebook a medida que lo vamos subiendo al blog.
Este artilugio que se bautizó con el nombre de “calambuco” y
que nos los fabricaban algunos artesanos montijano, en mi caso el maestro
Teodoro en su taller en la calle
Clavijo, se utilizaba acoplado a la caña de pescar, para colocar el carrete y
poder introducir el hilo de pesca por el interior de la misma (por ejemplo en las cañas de 8 m ), facilitaba
el uso de carrete en cañas de significada longitud.
Se pudo de moda en aquella época de los años 70 y 80, facilitándonos
la pesca de piezas de tamaño grande.
No sé a quién se le ocurrió el nombre de “calambuco” ya que
dicho vocablo según la definición de la RAE, viene a significar árbol americano o una persona que ostenta una
exagerada devoción y por supuesto sin encontrar ninguna relación con nuestro
artilugio.
En Extremadura calambuco podría estar relacionado con la
palabra alambique, del árabe al-anbiq, tal vez con influencia del verbo calar o
caldo. O también relacionada con el astur-leonés calambo (chapuzón), con el
sufijo diminutivo -uco. O incluso haber sido un cruce de ambas palabras.
Como vemos nada que parezca relacionarlo con el artefacto que
os presentamos en este recuerdo. A pesar de todo adquirió durante algún tiempo
su reconocida utilidad y el nombre se instaló en el argot del pescador de
nuestro entorno.
Los que tenemos ya cierta edad recordamos cuando nos mandaban a por una u otra bebida que el tabernero o comerciante de turno nos solía pregunta, antes de servirnos, “Traes los cascos?”.
De esto hace ya algunas décadas y
es que las botellas eran retornable. Pero sin duda esa práctica habitual era
todo un ejemplo de reutilización, esa tercera ‘R’ tan olvidada en el reciclaje
(reciclar, reducir, reutilizar), que se ha perdido casi por completo.
Las empresas distribuidoras de
refrescos las recogían en los puntos de venta, las lavaban en fábrica y las
rellenaban de nuevo.
La Casera es líder absoluto del mercado nacional de las
gaseosas, con más de 300 millones de litros de consumo anual. Pero para llegar
a la cima, La Casera llevo en su política un sistema de competencia empresarial
que perjudicó a otras y es que incluso compraba los cascos de la competencia
para reducirles el número de botellas.
La reutilización de envases fue,
para La Casera, el talón de Aquiles de su competencia. Inició el acopio de las
botellas de la competencia y las fue eliminando. Cuando la empresa de gaseosa
local se daba cuenta de que sus cascos no regresaban a fábrica después de ser
vendidas les llegaba la oferta de La Casera, que compraba la empresa y cerraba
la marca. La Casera sí producía sus propias botellas y fue acabando así con la
competencia.
Las empresas de refrescos optaron
por usar botellas de un sólo uso: las no retornables, para evitar que un día
llegase una Casera que les hundiera el negocio. Las botellas de plástico en los
años 80 hicieron el resto para acabar con una práctica tan ecológica como
recomendable: reutilizar botellas de cristal, esa práctica que el intento de
monopolio de La Casera acabó matando y que se kilos y kilos de envases y botellas a los
contenedores.
La Casera es una marca de
refrescos española. Fue fundada en 1949 por la familia Duffo. En la actualidad
es propiedad de la empresa Suntory Beverage & Food Europe, perteneciente al
grupo japonés Suntory.
Comercializa bebidas gaseosas:
gaseosa, refrescos de limón, refrescos de naranja, refrescos de cola y tinto de
verano (una mezcla de vino y gaseosa).
Uno de sus eslóganes más
conocidos es "Si no hay Casera nos vamos", del que llegaron a hacer
un pasodoble para un anuncio en 2005. En 2010 hubo una campaña publicitaria que
situaba al producto en el escenario del cómic Rue del Percebe, de Francisco Ibáñez.
Hoy os traigo otro artilugio de mi colección y de procedencia familiar que conservo en mi pequeño “museo”.
Os presento la balanza de brazos
iguales movible que se usaba en casa para pesar determinadas compras. Se trata
sin duda balanza romana muy antigua, de brazo y fiel, con eje de balanza de
brazos iguales, con dos platos.
En realidad la balanza equivale a
una palanca de primer género de brazos iguales que mediante el establecimiento
de una situación de equilibrio entre los pesos de dos cuerpos permite medir
masas.
La principal utilidad de las
balanzas es pesar los alimentos que se venden a granel, al peso: carne,
pescado, frutas, etc.
Si recordamos un poco de historia
de la balanza, aproximadamente en el año 3.500 antes de Cristo el comercio era
una de las actividades más relevantes, especialmente en todo lo referente al
intercambio de los productos. Debido a esta evolución en dicha
comercialización, el pueblo egipcio se vio forzado a pesar y medir esos
productos destinados a la venta. Un nuevo instrumento que colaborara en este
aspecto resultaba esencial. Estos son los inicios de la historia de la balanza
egipcia.
Los romanos también se
permitieron crear su propio sistema de medición del peso, mientras los egipcios
se enriquecían con su propio invento porque lo perfeccionaban continuamente.
Los egipcios y los romanos no
fueron los únicos en aportar su grano en la historia de la balanza y los
instrumentos medidores de peso.
Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia Española
(DRAE) la palabra “lavativa” vemos que lavativo, va, (De lavar), en su primera
acepción nos dice:
1.
adj.
desus. Que lava o tiene virtud de lavar y limpiar.
La lavativa era sin duda un artilugio con el que se aplicaba
un “tormento” para el enfermo, especialmente cuando se le aplicaba a los niños
ya que el tormento de la cánula, cuando decían “pónganle una lavativa al niño”
era como para salir corriendo despavoridos.
Lavativa, enema, lavado, o clisma (término antiguo), es el
procedimiento de introducir líquidos en el recto y el colon a través del ano.
Los enemas pueden llevarse a cabo por razones médicas o de higiene, con fines
diagnósticos, o como parte de terapias alternativas o tradicionales.
Las lavativas o enemas se usaban con distintas finalidad. En
el caso más familiar que se efectuaba en
casa las habituales eran las evacuantes y se realizan con agua, solución
salina, soluciones jabonosas, emulsiones con aceite o glicerina, soluciones
hipertónicas y existen también preparados comerciales. Generalmente todas estas
sustancias se aplican a temperatura corporal (37 °C).
Se conoce su uso como método terapéutico ya en el antiguo Egipto , donde, se afirma, aprendieron el procedimiento observando al pájaro Ibis con su curvo pico y diseñando instrumentos con su forma para aplicar las lavativas a los vivos o inyectar el natrol para la momificación rápida de los muertos.
El médico responsable de los enemas de la corte ostentaba el
curioso título especializado de "Pastor o Guardián del ano del
Faraón".
Lavativa ante Juana la Beltraneja, siglo XV, reino de
Castilla y aparato usado por los barberos cirujanos para aplicar la famosa
lavativa de tabaco que se usaba para revivir borrachos.
Por siglos, la lavativa se usó en cientos de remedios
populares. Fue una práctica común entre los Mayas americanos, en Mesopotamia,
en la India y la China, como lo fue más tarde en la Edad Media europea, como lo
muestran ilustraciones bellamente coloreadas de la época y, estuvo en boga,
siglos después, en la corte de Luis XIV, el rey Sol. Su antecesor en el trono
de Francia, Luis XIII, se aplicaba una lavativa diaria con excepción de los
días festivos, para un total de 312 lavativas al año. Cortesanos y cortesanas
en Versalles recibían diariamente tres o cuatro lavativas en busca de la buena
salud y siempre llevaban sus adminículos personales en los viajes que
realizaban.
La época dorada de las lavativas fue el siglo XVII en
Francia, donde se desató una verdadera fiebre y gusto por ellas. Fue el siglo
de los enemas, en todas las clases sociales.
En el rococó siglo XVIII, la lavativa, aliada de la purga y
de la sangría, eran los procedimientos más usados en medicina llegando a su
cúspide la práctica de la lavativa. Los instrumentos para aplicarla se realizan
ahora en materiales lujosos, convirtiéndose las lavativas en verdaderas obras
de arte hechas de plata, oro, carey, marfil o nácar. Los boticarios elaboraban
todo tipo de prometedores caldos sanadores, rejuvenecedores y potenciadores de
la sexualidad y los barberos cirujanos las aplicaban.
YO RECUERDO AQUEL AYER
La palabra damajuana (botella redonda de vidrio envuelta en
mimbre y con dos mangos) proviene del francés demijohn (señora Juana).
Traemos hoy a esta sección de recuerdos una botella, en mi
caso garrafa, con una curiosa historia y que es conocida como damajuena.
Se cree que su nombre está relacionado con la reina Juana I
de Nápoles
Según se cuenta allá por el siglo XVI, en uno de sus viajes,
la Reina Juana I de Nápoles tuvo que parar en la localidad francesa de Grasse,
en los Alpes, debido a una enorme tormenta que estaba cayendo. Fue a guarecerse
de la torrencial lluvia en la casa de un maestro vidriero y, allí,
probablemente para matar el tiempo se interesó por el proceso de creación de
las botellas y el soplado de estas.
El artesano, viéndose halagado por el interés de la soberana,
hizo una botella de enormes proporciones soplando y soplando hasta conseguir
algo parecido a lo que hoy conocemos. El resultado y en honor a la monarca, fue
llamado Reine Jeanne, pero la reina decidió para restar importancia llamarlo
Dame Jeanne, Dama Juana, hoy conocida como damajuana.
Otros sostienen que este término fue introducido a
latinoamérica por marineros en el siglo XVIII. La palabra francesa, using a
numeral femenino, es una burla de la forma redonda de la botella.
Sea cual sea su origen histórico la damajuana se convirtió en
uno de los recipientes más importantes en esa época para transportar y
almacenar líquidos, principalmente, vino. A fin de poder asirlas bien se las
forraba de mimbre o esparto lo cual también servía para mantener la bebida a
mejor temperatura mojándola con agua fresca de manantial.
Muchas de esas damajuanas eran heredadas por más de una
generación y, pequeñas bodegas cuando no tenían más sitio en el interior de
esta y la sacaban a la intemperie del exterior y, ciertos vinos se convirtieron
en oxidativos a causa del sol del día y la humedad de la noche. Este proceso se
le llamó sol y serena y hoy en día se sigue usando en muchos procesos buscados,
especialmente para vinos rancios.
Por su tamaño, las damajuanas, eran ideales para los vinos a
granel que la gente y hasta no hace mucho se llevaba a casa para su consumo
personal. Mas tarde, el plástico se hizo con el mercado y, el granel pasó a
embotellado convencional.
Aunque hoy no sea muy popular, la damajuana, una botella
particular de grandes dimensiones, juega un papel en la historia del vino.
En la actualidad siguen utilizándose y hay algunas bodegas que
aún siguen comercializando su vino en pequeñas damajuanas de 5 litros para ser
más sostenibles y abaratar costes.
Fuente:
https://www.vinetur.com/2020070860988/damajuana-una-botella-de-vino-con-una-curiosa-historia.html
https://www.cocinayvino.com/vinos-bebidas/vino/damajuana-una-gran-botella-de-vino/
YO RECUERDO AQUEL AYER
Os presento una vieja amiga. A pesar de tener alrededor un
montón de años, mi bici de mi época de juventud, todavía la conservo útil para
servicio..y como veis dispuesta para dar el paseito. Mi bicicleta BH.
La compañera de aventuras que les llevaba lejos de las
miradas de los de nuestros padres y fue quizás nuestro primer inicio de autonomía
en un mundo sin demasiadas reglas, de las viales y de las otras.
“Una bicicleta BH es una bicicleta bien hecha”, decía el
eslogan de la célebre casa de los hermanos Beistegui, regla que se aplica a la
perfección a este icono español que perduraría durante años a lo largo de
diferentes generaciones. Desde sus primeras versiones de barra baja y frenos de
varilla de mediados del siglo pasado, se mantuvo en producción hasta bien
entrados los noventa, adaptándose tímidamente a los tiempos sin demasiados
cambios estéticos.
YO RECUERDO AQUEL AYER
10.- FIAMBRERA PORTÁTIL
8.- BOTELLA DE SIFÓN
No cabe dudas que los que tienen unos añitos recuerdan aquella época cuando “Echar fli o flit” era habitual en la casa con este típico aparato o pulverizador con el que se fumigaba utilizando un insecticida que se echaba en un pequeño depósito que llevaba el aparato y que se empleaba para mata moscas y mosquitos .
6.- PLANCHA HUECA DE CARBÓN
PLANCHA DE HIERRO
Otra pieza de mi pequeña colección personal de objetos de la familiar que sigo cuidando y conservando: La plancha de hierro antigua.
Esta plancha empleaba el calor para eliminar arrugas o formar pliegues en las prendas. La plancha sencilla de hierro, con mango, se calentaba periódicamente sobre el fuego.
Tenía el inconveniente que se enfriaba muy pronto y había que tener como mínimo dos para que una fuese calentándose mientras utilizaba la otra y en la tarea se alternaban. Tenía el inconveniente que a veces el hollín se adhería a ella y pasaba a las ropas, por lo que era necesario limpiarlas muy bien para tratar de evitarlo. Esta plancha ya se utilizaba en el siglo XV.
4.- YO RECUERDO AQUEL AYER
EL CANDIL
Hoy en día los carretes Sagarra
ya no se fabrican pero todavía siguen gozando un prestigio heredado a lo largo
de los años.
Todos los pescadores que a fecha
de hoy tenemos bastantes añitos, a buen seguro que habremos dado nuestros
primeros pasos en el mundo de la pesca recogiendo el hilo de nuestros primeros
lances por medio de un carrete Sagarra.
Solamente aquellos que hemos
pescado con ellos lo sabemos y, de hecho, aunque ya hace más de 20 años que
dejaron de fabricarse, los carretes Sagarra siguen gozando de un prestigio bien
ganado durante muchos años.
CÁMARA DE FOTO. MI WERLISA COLOR.
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